Mikan es uno de esos artistas que hacen falta en el panorama musical de un país. Por su personalidad, por su imagen, por su perseverancia, por valorar el exceso, por la concepción global que le da a su trabajo -atentas al videoclip que acompaña a este “Entre Tú y Yo” y comprenderéis a qué me refiero- y porque hace que bailemos el desamor, la decepción y hasta un polvo furtivo como hay que hacerlo: despeinándonos por dentro.